viernes, 4 de julio de 2008

Los suelos, bajo un uso más intensivo

Un programa de la Provincia contempla la difusión de prácticas conservacionistas.

El próximo lunes se celebra el Día Nacional de la Conservación del Suelo, establecido en 1963 en memoria de Hugh Hammond Bennet, un investigador estadounidense que dedicó su vida a la preservación de este recurso vital para la producción agroalimentaria.

Córdoba tiene una gran variedad de suelos con diferentes aptitudes. En general, las mejores tierras están en el este provincial, mientras que hacia el oeste predominan las de menor potencialidad, lo que coincide con el patrón de distribución de lluvias.

La mitad de los suelos de la provincia (casi 8,3 millones de hectáreas) es apto para la agricultura, mientras que 39 por ciento (6,5 millones de hectáreas) no está en condiciones de tener el mismo destino, aunque sí cuenta con aptitud variable para la ganadería. Al 11 por ciento restante lo ocupan pueblos, ciudades y lagunas, entre otros, por lo que están afuera del mapa agropecuario.

En Córdoba se siembran unas siete millones de hectáreas con cultivos de verano (soja, maíz, girasol, maní y sorgo principalmente) y alrededor de un millón de hectáreas de cultivos de invierno. A la vez, coexisten casi siete millones de cabezas de ganado vacuno, por lo que está claro que los suelos se están utilizando en forma intensiva y que es escaso el margen para un aumento significativo del área.

Desafíos. Los nuevos desafíos –más allá de la crisis coyuntural– apuntan a que la provincia incremente la producción de granos y carnes. Esto se puede lograr ya que hay un sector pujante que dispone de un alto nivel de tecnología y un entorno internacional que lo permite. Pero como no quedan tierras aptas disponibles, el crecimiento necesariamente deberá darse de manera vertical, es decir, aumentando la producción por unidad de área.

Esto implica un uso más intensivo de los suelos y requiere de políticas para cuidar la sustentabilidad del sistema. De hecho, tanto los organismos dedicados a la investigación agropecuaria como la esfera oficial y los productores están involucrados en diferente medidas. En 2004 quedó reglamentada la ley 8.936 (aprobada en 2001) de conservación y prevención de la degradación de suelos.

En ese contexto, el Ministerio de Agricultura elaboró el Programa de Conservación de Suelos, para controlar y prevenir los procesos de degradación; recuperar, rehabilitar y mejorar los suelos para la producción; difundir prácticas de manejo sustentable y promover la educación conservacionista.

También se conformó el Consejo Central de Protección de los Suelos, integrado por representantes de la cartera agropecuaria, la Secretaría de Ambiente, Vialidad Provincial y la Subsecretaría de Recursos Hídricos (ex Dipas).

Una de sus tareas es delimitar, caracterizar y definir normas de uso y manejo de los suelos de los distritos de prevención y conservación y de recuperación. A la fecha están definidos dos distritos (Grandes Lagos y Centro), en los cuales están establecidas las prácticas de manejo conservacionistas para cada clase de suelo.

Problemas Acidificación y agotamiento. Se produce por la intensificación de la agricultura como consecuencia de la incorporación de germoplasma de alto potencial de rendimiento; uso y manejo de los suelos sin rotaciones de cultivos y reposición de nutrientes a menor ritmo que la extracción, lo que determina la disminución paulatina de la fertilidad.

El fósforo asimilable decreció a un ritmo anual de una a dos partes por millón, el calcio intercambiable a 50 por ciento y el PH, alrededor de una unidad. También cayeron en forma notable los contenidos de materia orgánica.

La desvinculación de muchos productores del proceso productivo, promovida por un nuevo perfil (pools de siembra) caracterizado, entre otras cosas, por el contrato de corto plazo, conspira en contra de un uso sustentable del suelo.

Erosión hídrica. Hay cerca de dos millones de hectáreas afectadas. Los departamentos más condicionados son Río Cuarto, Calamuchita, Tercero Arriba y Santa María. Se trabaja para inducir la mayor infiltración del agua de lluvia, además de demorar y ordenar los escurrimientos superficiales, con la construcción de "terrazas" paralelas en los campos para frenar las aguas y microembalses. Hay ocho consorcios de conservación de suelos para 730 mil hectáreas.

Erosión eólica. En 2003 había casi un millón de hectáreas afectadas, en especial en General Roca y Río Cuarto. Ahora, esa superficie es significativamente menor gracias a la siembra directa y al mejor uso de los suelos. Las acciones futuras incluyen la difusión de prácticas de conservación por el incremento del área sembrada con maní en el sur provincial.

Drenaje deficiente, salinidad y alcalinidad. El Ministerio de Agricultura y la Dirección de Recursos Hídricos están promoviendo una reunión de especialistas para definir un plan maestro que permita establecer áreas factibles de drenar y los requerimientos de las obras.

Resumen de un documento de trabajo del Ministerio de Agricultura de la Provincia. Fue elaborado por el ingeniero agrónomo Eugenio Fernández, de la Dirección de Conservación de Suelos y Manejo de Aguas, en la Secretaría de Agricultura, a cargo del ingeniero Héctor Fontán.

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